Si buscas tu identidad, no podrás encontrarla en lo que crees ver del resultado de lo que crees que eres. Prueba de esto es la imagen que ves de ti reflejada en este espejo:

¿Qué ves? Si crees que el rostro que ves reflejado eres tú ¿entonces, el rostro que viste hace algunos años fue falso? Si contestas sí, entonces este rostro también lo es. Si crees ser este cuerpo que crees te contiene ¿entonces, cuál parte de tu cuerpo representa lo que tú eres? ¿Cuál puede decir en verdad lo que eres? Si te llegara a faltar alguna parte, o tuvieses alguna deformidad ¿entonces, no serías tú ya más? Si tu cuerpo cambia, cambiará lo que en verdad eres?...

Y acerca de las cosas que tienes ¿cuál puede decir que eso eres tú? Si un fuego las destruyese en parte ¿entonces, quedarías incompleto? Y de las cosas que has hecho, de tus experiencias, de tus estudios, de las cosas que no conoces o de las cosas que te enseñaron y ahora ya han probado otros que no era lo que se creían que eran ¿podrán probar todas o alguna de ellas quién eres tú? En todo esto ¿estás tú? ¿Cuál es tu verdadero yo? ¿Lo que fuiste antes de estar postrado en esta silla, lo que viviste, lo que soñaste, lo que no lograste, lo que perdiste, lo que poseíste, lo que te quitaron, lo que pediste pero nunca fue dado?

 

¿Dónde estás, aquí? Y si lo que forma tu punto de referencia desapareciera en este instante ¿dónde estás? Y si tu cuerpo envejeció es ese instante ¿eres tú?...

¿Eres un nombre? ¿Eres lo que crees que sabes? ¿Eres lo que cubre tu cuerpo? ¿Eres lo que le has dicho a otros acerca de ti? ¿Eres lo que otros creen conocer de ti? Y si haces algo que cambiase tu concepto o el que otros tienen de ti ¿dejarás de ser? ¿Eres acaso lo que dice el que te adula? ¿Eres acaso lo que dice el que te condena? ¿Eres lo que creías que eras hace algunos años? ¿Eres otro ahora? Y si tu mente se dañara, si te volvieras loco, si no tuvieses uso de razón ¿dejarías de ser lo que eres? Si no pensases ¿dejarías de ser?

 

Solo lo que es verdad puede ser definido y solo lo eterno es verdad ya que nunca cambia y siempre ha sido igual, no importa cuando se observe. Lo que cambia, deja de ser. Lo que cambia no es ni existe porque no se puede definir completamente en ningún estado.

Entonces, basado en lo anterior, no eras ni eres... Pero sigues buscando ¿verdad? ¿Acaso hay algo en todo este universo que te demuestre la eternidad, la verdad, algo que no haya cambiado en absoluto? ¡No hay nada en el universo que sea igual desde su origen! Todo comienza de una forma y termina de otra. Entonces nada existe en verdad. Si continúas buscando tu identidad basado en la comparación con algo, no encontrarás nada allá afuera de ti que pueda probar quien eres en verdad. Nada podrá probar qué eres...

 

Y si buscas dentro de ti, lo mejor será cerrar los ojos para que no distraigas tu pensamiento y vuelvas a caer en el error de la comparación con el mundo exterior. ¿Qué ves ahora? Quizás imágenes que se desvanecen, recuerdos, pensamientos sin sentido. Y si tratas de calmarte pensando en algo en específico, verás que lo que piensas es un concepto que tienes de algo, sea físico o abstracto. No necesariamente lo que siempre has pensado que algo es significa lo que en verdad es. Es probable que la definición que le des a las cosas no sea la correcta.

Lo mismo ocurre con los pensamientos. Nuestros conceptos del mundo que percibimos son incompletos y no necesariamente ciertos. Basado en esto, entonces lo que forma nuestros recuerdos también está supeditado a ser incompleto e incierto. Nuestras ideas están untadas de emociones que pueden hacer que ellas en nosotros no sean lo que intentábamos que fueran. Es así como ocurre con ideas con respecto al amor, a la verdad, a la vida, a la familia, y a muchas otras cosas que pudieran darle un significado global a lo que somos. Estas ideas probablemente están tocadas y definidas en nosotros de una manera que no representan lo que debieran.

 

Pero no importa si las definimos correctamente o no, son nuestras emociones lo hacen que cualquier idea del mundo externo o interno no pasen de ser mas que conceptos, creencias, suposiciones. Y nuestro estado de ánimo tiene mucho que ver con lo que encontremos para definir nuestra identidad. A su vez, nuestro estado de ánimo tiene que ver con el tiempo y el espacio. Es por esto que la búsqueda de nuestra identidad desde este punto, es completamente vana e infructuosa.

 

Por eso, ahora que cierres tus ojos, evita pensar en nada. Simplemente respira y dedícate a observar, sin tratar de definir nada de lo que veas en tu mente o de explicarte lo que sientas por ello. Observa. Aprende a contemplar. Esto es lo que quizás entenderás cuando estés dispuesto a soltarte del concepto que tienes de ti mismo:

 

Aunque pudieras meter dentro de ti a todo el universo, jamás encontrarás tu identidad.

Aunque pudieras lograr todas tus metas y hacer realidad todos tus sueños, jamás encontrarás tu identidad.

Aunque pudieras entender todo lo que ocurre y el por qué de todas las cosas, jamás encontrarás tu identidad.

Aunque pudieras explicar todo lo que sabes y supieras todo lo que no sabes, jamás encontrarás tu identidad.

Aunque tu cuerpo durase mil años o tú pudieras durar más que el tiempo, jamás encontrarás tu identidad.

Aunque todos te dijeran lo que eres, jamás encontrarás tu identidad.

Aunque le digas y convenzas a todos de lo que tú eres, jamás encontrarás tu identidad.

 

¿Por qué? Porque tu identidad no existe. Ella cambia. Y todo lo que cambia nunca es ni será.

 

Entonces, no busques más tu identidad.

Lo que realmente te lleva a buscar una, no es que no sepas quien y que eres, sino que no puedes recordar lo eterno en un universo finito. Es imposible estar aquí donde las reglas del juego hacen que todo perezca en algún punto y poder encontrar lo que nunca comienza ni acaba ni cambia. No puedes buscarte usando elementos finitos. Realmente, no eres tú quien busca, sino tu ego que quiere probarte que no existes... Y tiene razón, ya que este es su mundo y tú no tienes ni patria ni potestad sobre él. Lo único que puedes hacer es quitarle tu apoyo, no darle significado, y comenzará a desvanecerse en tu mente esa necesidad de búsqueda...

 

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Identidad